Sanitarios caninos, eso son los parques de Conquistadores en Medellín

Por medio de letreros los vecinos intentan generar buenos comportamientos entre los tenedores

y propietarios de mascotas, especialmente perros.

Los parques no son para los niños

Niños y adultos evitan realizar actividades en los espacios verdes del sistema de parques del barrio Conquistadores de Medellín y se limitan a caminar por los senderos peatonales. Pocos quieren encontrarse con la desagradable sorpresa de pisar un excremento dejado por una inocente mascota y que su dueño se negó a recoger, en actitud que denota falta de cultura ciudadana.

Este comportamiento de algunos propietarios o tenedores de perros no es exclusivo de ciertos habitantes de Conquistadores y puede detectarse en todos los sectores de la ciudad, e inclusive en otros países, sin importar sexo, edad, nivel económico o educativo y en todas partes genera roces entre los vecinos.

Hay normas sobre mascotas, pero se desconocen y no se cumplen

En Colombia y en la ciudad existen suficientes normas sobre manejo de mascotas, pero ni se conocen, ni se hacen cumplir. Por ejemplo, la Ley 746 de julio 19 de 2002 regula la tenencia y manejo de perros y mascotas con el fin de proteger la integridad de las personas, la salubridad pública y el bienestar del propio ejemplar canino. La Ley establece severas sanciones para quienes la incumplan.

Normas locales que tratan el tema son: la Ordenanza 18 de 2002 o Código de Convivencia Ciudadana de Antioquia; el Acuerdo 22 de 2007, que establece la política pública para la  protección integral  de la fauna  del Municipio de Medellín,  y el Manual de Convivencia de Medellín. Además, la ciudad trabaja desde varias de sus dependencias para que Medellín sea líder en el manejo de animales de compañía.

A la base de los árboles llegan las bolsas con los excrementos de los perros.

Buen comportamiento para recogerlo,

 pero actuación reprochable al tirar la bolsa en rincones de los parques.

No se ven campañas para el fomento de una  buena 

cultura ciudadana

Aunque hay normas, no existe ninguna campaña pública masiva que enseñe los contenidos de éstas o que promueva una cultura ciudadana apropiada en el caso del manejo de las mascotas. Es justo reconocer que Medellín tiene programas como el “Cazapichurrias” transmitido por Telemedellín, pero realmente, llega a pocos y debe tratar muchos temas.

A través de Facebook comentamos al Alcalde Alonso Salazar sobre la necesidad de campañas de cultura ciudadana para éste y otros casos y el Alcalde respondió: “Comparto tu comentario. Es importante seguir con el fuerte trabajo desde las comunicaciones en fomentar la cultura ciudadana. Es menester que como ciudadanos nos apropiemos del lugar que habitamos, del lugar en el que a diario nos movemos, luchamos y existimos. Gracias por tu sugerencia. Te cuento que estamos trabajando fuerte en este tema”

Algunas comunas como la de Buenos Aires han desarrollado su propio manual de convivencia, pero la Comuna 11 Laureles-Estadio, a la que pertenece Conquistadores, no lo tiene, así lo expresó Dora Garcés, miembro de la Acción Comunal del barrio y quien fuera en otra época Presidenta de esta organización ciudadana. Ella dijo que en alguna ocasión se hizo una reunión con habitantes del barrio para tratar el tema, pero no se avanzó. 


Hay vecinos responsables que dan ejemplo

Tener una mascota es una decisión personal que requiere comportamiento responsable con las demás personas, con la mascota misma, con la salubridad pública y con el ambiente.

Julio García tiene dos perros, uno de ellos de solo tres patas. Dice que los deja sueltos pero los vigila constantemente para que no molesten, peleen o los coja un carro. Asegura que siempre recoge los excrementos y los deposita en los basureros de Empresas Varias. Le parece “horrible” que haya personas que no recojan o que lo hagan y luego tiren en el parque las bolsas.

María Consuelo Ruíz, propietaria de un perro, expresa que quienes no recogen o dejan la bolsa entre las plantas, son unos “puercos”. Dice que se pasa haciendo campaña para que los dueños de perros tengan un buen comportamiento y ella misma les reparte bolsas cuando ve que no la llevan.

Olga, quien cuida a Tata, la perra de la casa donde trabaja, dice que ella es muy cuidadosa y que le aterra que no recojan porque a veces cuando ella limpia se “embadurna” con el popó de los otros perros y además hay moscos y malos olores.

Para Amparo Mejía, vecina que no tiene mascota, “hay personas que son muy decentes, pero también hay otras muy maleducadas que sueltan los perros y se desentienden de ellos, sin preocuparse dónde hacen sus necesidades”. Ella siempre que camina es muy cuidadosa para no pisar y ensuciarse, porque el olor es insoportable y es difícil limpiarse y el problema se traslada a la misma casa.

La solución es la cultura ciudadana, pero ¿quién hace las campañas? No sólo las autoridades, también les corresponde a los proveedores de artículos para mascotas, dice Piedad Gómez, vecina del barrio, quien no entiende porqué hay que reeducar a los adultos, pues “ellos deberían dar ejemplo a los niños y a veces es lo contrario”.